LA LUCHA SOCIAL NO ES DELITO
¡¡¡FRENTE A LA REPRESIÓN, SOLIDARIDAD INTERNACIONAL!!!
POR NUESTR@S COMPAÑER@S DETENID@S, ENCAUSAD@S Y
ENCARCELAD@S
Tod@s sabemos que estamos en un momento de crisis, aunque much@s de nosotr@s ya lo estábamos antes, (que no se nos olvide que la igualdad entre clases nunca fue real). Desde que comenzaron a bombardearnos con lo mal que está la situación económica no hemos dejado de sufrir la brutal aplicación de su salida de la crisis, que es acabar con los derechos sociales conquistados en las últimas décadas. En todo el mundo se han implantado unas políticas de recortes desde los poderes políticos y económicos para restaurar sus beneficios, porque habían descendido “alarmantemente” para ellos. Al pueblo nos han impuesto la precariedad como forma de vida, mientras que ellos siguen viviendo, como siempre, por encima de nuestras posibilidades.
Frente a todas estas políticas de precariedad para nosotras y beneficios para ellos (los gobiernos, las grandes empresas y los banqueros) hemos salido a la calle a luchar por lo que es nuestro y, recordemos, nadie nos había regalado. Hemos protestado por cada desahucio, por cada recorte en sanidad y en educación, por cada despido, por cada usurpación de nuestro derecho a decidir, por cada ataque en nuestros barrios, en definitiva, hemos luchado contra cada ataque del sistema capitalista en sus distintas formas. Mientras, los políticos y banqueros corruptos han guardado su dinero robado en paraísos fiscales, han ninguneado las movilizaciones sociales y nos han tachado de criminales. Los que nos roban, nos mienten y nos humillan son los mismos que nos criminalizan y nos reprimen a golpe de ley o a golpe de porra.
Todo nos ha quedado claro ya, no hay lugar a duda. En los últimos meses, ha quedado clara la estrategia de los gobiernos de todo el mundo contra las movilizaciones y protestas sociales. Pero no sólo las quieren callar, sino que las quiere extirpar con dolor. En el Estado español, primero nos impusieron una Ley de Tasas judiciales para reservar, todavía más, la justicia para ellos. Luego, iniciaron la reforma del Código Penal para aumentar los años de cárcel en delitos de orden público y de atentado contra la autoridad, para que nadie se escapara de la impunidad y arbitrariedad policial, ni de la cárcel. Después, lanzaron un anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana diciéndonos que, por nuestro bien, había que regular el uso de los espacios públicos y las manifestaciones, porque la calle es de tod@s. Ahora, incluso criminalizan la libertad de expresión también en las redes sociales. Todas estas reformas están encaminadas, no sólo a callar las protestas, sino también a invisibilizar la dura represión que ejercen contra el pueblo, a endurecer las penas y a aumentar la indefensión legal de las personas.
Contra todas estas injusticias han luchado nuestras compañer@s que hoy se encuentran en prisión, a punto de entrar en ella o con procedimientos penales abiertos. En los últimos años, una gran cantidad de militantes sociales y políticos de todo el estado han sido represaliados por su participación en protestas sociales, y no nos olvidamos de ell@s.
No nos olvidamos de las decenas de compañer@s a punto de entrar en la cárcel por participar en una huelga (Carlos y Carmen (Granada), Ana y Tamara (Pontevedra), Koldo (La Rioja), los 8 de Airbus, etc), tampoco nos olvidamos de los centenares de detenidos durante manifestaciones o los compañeros que han pasado y están pasando meses en prisión preventiva (Alfon, tras la Huelga General del 14.11.2012; Miguel e Isma, tras las Marchas del 22M; Sergi, tras las protestas frente al desalojo de Can Vies, etc.). No podemos nombrarlos a tod@s. Asistimos atónitos a una criminalización de la protesta y la lucha social propia de un régimen autoritario y sin precedente alguno en estos años de lo que llaman democracia. Porque nosotros no lo llamamos así. Sabemos que no vivimos en libertad y que no podemos expresar nuestras opiniones y nuestras disconformidades. Sabemos que no podemos reunirnos o manifestarnos con total libertad, y que el más mínimo paso hacia alzar la voz, salir a la calle, defender nuestros barrios o hacer piquetes durante las jornadas de huelga es reprimido.
Rechazamos que nos separen entre manifestantes buenos y malos, no hay vándalos infiltrados entre nosotr@s, sino gente con mucha rabia contenida, personas hartas de ser oprimidas y hartas de ver cómo se benefician y se reparten el pastel los de siempre. Que no nos confundan, porque mantenernos unid@s está en nuestras manos. Mientras que nuestr@s compañer@s esperan sus juicios, sus sentencias, sus recursos o sus indultos por haber cometido supuestamente delitos de atentado a la autoridad, atentado contra el derecho de los trabajadores, desobediencia y desórdenes públicos, y no sabemos cuántas falacias más del sistema legislativo y judicial que nos imponen, los políticos gobernantes y los banqueros, los grandes dueños del estado y del capital, siguen cobrando sueldos en sobres, siguen recibiendo indultos, siguen con sus cuentas en Suiza y, por supuesto, siguen durmiendo tranquilos.
Pero no por mucho tiempo. Nosotr@s hemos decidido dejar de tener miedo. Hemos decidido responder a cada ataque, a cada compañer@ privado de libertad, a cada persona detenida, torturada y humillada por no callarse y salir a luchar. No esperamos a supuestos salvadores. Lo único que tenemos es la lucha y la solidaridad, es el único terreno que no nos han ganado, y que siga siendo así. Aunque traten de impedirlo, seguiremos peleando por nuestros derechos y porque tod@s disfrutemos de una vida plena.
POR TOD@S L@S QUE LUCHAN Y NO SE CALLAN,
SALIMOS A LA CALLE.
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