EN DEFENSA DE LA JUSTICIA SOCIAL Y CONTRA EL DESMANTELAMIENTO DE LOS SERVICIOS SOCIALES
Y DEL ESTADO DEL BIENESTAR
Tras más de un lustro,
la profunda crisis económica, la pobreza y la exclusión se agudizan en la
sociedad española. Que el estado social
está más deteriorado que hace un año, es algo intuitivo, que todos los
indicadores confirman. Y frente a esta situación, las políticas sociales, más
necesarias que nunca, están en un retroceso generalizado, cuando no, en proceso
de demolición.
La primera referencia política para entender la
actual situación es de carácter puramente
conceptual e ideológico, quizá una causa primera, estamos hablando de la
filosofía ultraliberal imperante que establece que no hay alternativa. De
esta derivan otras tres causas políticas más concretas que surgen,
fundamentalmente como consecuencia de la primera; políticas que usan al Estado
como interviniente en las relaciones de poder social y económico, en tres
momentos temporales en relación con el hecho productivo de la riqueza: se trata
de la política laboral y el modelo de
crecimiento, que establece el campo en el que se desarrollan las relaciones
de poder empresariado-trabajadoras y que se produce antes de la propia
producción de la riqueza, la política
fiscal, que establece la intervención del Estado en el equilibrio de la
riqueza adquirida una vez producida en forma de apropiación del Estado de una
parte de los ingresos para su funcionamiento, y finalmente la política social a través de la que se
busca el reequilibrio de la situación social y económica a través del gasto
público