La asamblea de Gran
Canaria de movimientos populares y colectivos sociales, políticos y sindicales
apoya la manifestación del próximo martes, 1º de mayo, y convoca al conjunto de
la ciudadanía a salir a la calle a reivindicar la dignidad del trabajo y sus
derechos, para responder conjuntamente al ataque demoledor que se ejerce contra
nuestras dignidades y para luchar contra la situación de intolerable injusticia
y emergencia social y económica a que estamos abocados.
Hoy, usurpan el poder de
los pueblos las empresas transnacionales, la Banca, el Fondo Monetario
Internacional, el G-20, los dueños del capital y la riqueza, los poseedores de
las grandes fortunas, aquellos que se dedican a especular con la vida (y la muerte)
ajenas; esa minoría social, ese 1% de la población, cuya principal razón de ser
radica en la búsqueda del beneficio a costa de la opresión y explotación de los
demás, el lucro sin freno, ni límite.
Por eso son amenazadas a
diario y vulneradas la justicia y la igualdad, valores supremos de la
democracia, por unos gobiernos cómplices de esta poderosa casta de mercaderes,
cuyas decisiones están dirigidas a deslegitimar y desmantelar los servicios
públicos, a reducir aún más el ya exiguo gasto social. Sus medidas tienen como
único objetivo recortar, ajustar, desregular, liberalizar y privatizar mientras
se condena al 99% de la población a la miseria, la desprotección, el
sufrimiento y la exclusión.
Nos roban nuestros
proyectos de vida, nuestro futuro y el de las generaciones venideras; nos
impiden satisfacer nuestras necesidades más básicas, al tiempo que destruyen
también el entorno natural e incluso ponen en grave peligro la posibilidad de
supervivencia del planeta. No vamos a consentir el cotidiano atropello de
despojarnos, a golpe de decreto, de nuestros derechos y libertades más básicos,
incluido el derecho de reunión y manifestación que ejercemos hoy aquí.
Consideramos que los
objetivos fundamentales de la economía que precisamos -solidaria y sostenible- son
cuidarnos mutuamente y proteger nuestros entornos. Por ello, compartir los
esfuerzos y los frutos para asegurar la supervivencia general digna debe ser lo
prioritario en nuestras actividades: repartir el trabajo y la riqueza
necesarios para ese cometido debe estar por encima que cualquier interés
particular.
También creemos que
frente a la tiranía de los amos del mercado y sus cómplices dentro y fuera del Estado,
que ante a la desprotección, el empobrecimiento y exclusión de la mayoría
social hay múltiples alternativas justas, viables y sostenibles, como son:
El mantenimiento de los servicios
sociales públicos universales y de calidad, financiados vía impuestos progresivos
y sin copagos.
La nacionalización de
los recursos naturales y de los sectores estratégicos para hacer posible el
respeto general a las libertades y la reconstrucción de la democracia política,
social y económica radical y vinculante.
La instauración de una
banca nacional pública con fines de interés social y ecológico, sin ánimo de
lucro.
El pleno empleo digno y
justo, con la retirada de la reforma laboral, salarios suficientes y
erradicación de la precariedad laboral.
El reparto de la riqueza
necesaria para evitar situaciones vitales miserables, a través de una reforma
fiscal solidaria, de salarios de inserción para quién no tenga un empleo digno
o de renta básica ciudadana para todas y todos.
La creación de una
auditoria estatal para evitar el pago de la deuda-estafa creada por los que
provocaron la crisis.
El recorte del gasto
militar; fin de los privilegios y prebendas las grandes fortunas, de los
bancos, las grandes empresas y de la institución religiosa católica.
Persecución del fraude fiscal y de la corrupción.
El reparto de los
cuidados sociales y domésticos. La defensa del medio ambiente. El aseguramiento
de nuestra subsistencia local a través de la soberanía alimentaria…
Todos
y todas debemos unirnos en la lucha para hacer posible otro modelo de
desarrollo que no sea el capitalista, por el bien común humanitario y para poner
al centro de todo la sostenibilidad de la vida. ¡Te esperamos en la
manifestación!
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